jueves, 26 de febrero de 2015

Yol Fashion


Y0L FASHION

Víctor Contreras dejó el Ejército y hoy tiene 23 tiendas de ropa para jovencitas en Gamarra.
 “No hay mal que por bien no venga”, es el dicho que mejor se aplica a la vida de Víctor Contreras. En 1989, cuando era técnico de tercera en el Ejército y piloteaba helicópteros, ganó una beca para especializarse en Rusia. Pero el día que la resolución salió en “El Peruano”, firmada por el presidente y el comandante general, se enteró de que otro había sido beneficiado en su lugar. No soportó la injusticia y pidió ser dado de baja.
Hoy, 18 años después, Contreras es un empresario textil, dueño de una fábrica con 1.000 trabajadores y de una marca de ropa para mujeres jóvenes; Yol Fashion. Pero Contreras no entró en el negocio de las confecciones por casualidad, pues desde que pertenecía al Ejército había demostrado habilidad como vendedor. “Iba al Mercado Central, compraba ropa al por mayor y luego la ofrecía a mis compañeros de trabajo”, recuerda.
Sin tener un taller ni maquinas, Contreras comenzó en la confección de camisetas para mujer. Tomaba los servicios de otros talleres. Su primera inversión fue de S/.1.000 con los que encargó hacer 100 polos. Luego un sobrino, al cual entrenó en las ventas, fue el encargado de colocar la mercadería a crédito y consignación en Polvos Azules, polvos Rosales, Magdalena y Jesús María. Sus clientes eran tanto dueños de puestos, como ambulantes en los alrededores.
Para finales de 1993 su producción de temporada era de 2.000 polos y la marca Yol, nombre de su segunda hija que le pareció el más atractivo comercialmente, se consolidaba. “Ese mismo año noté que mi ganancia podía ser mayor si confeccionaba en un taller propio”, dice. Su trabajo fue apreciado por la distribuidora Agunsa, que en 1994 le dio un crédito de US$5.000 para comprar sus primeras seis máquinas  de coser industriales. Con ellas Creaciones Yol incorporó minifaldas y pantalones a su línea de producción y alcanzó las 10.000 prendas mensuales.
Pero una red de clientes grande también tenía su lado problemático. “Había gente que no pagaba y eso me perjudicaba mucho”. Contreras no se dio por vencido ante esta situación. Por el contrario, considera que esta etapa lo preparo mejor para lo que vendría. En 1998 amplío su planta a 70 máquinas y en el 2000, ante la persistencia de los problemas con la venta mayorista, abrió su primera tienda en el emporio de Gamarra para vender directamente al público. Terminó ese año con cinco tiendas –hoy tiene 23- y empezó a confeccionar jeans. En el campo de batalla, Contreras aplicó todas sus habilidades y formación de estrategia. El resultado  de esta disciplinada conducción es Corporación Yol, con dos fábricas de 150 máquinas cada una, 44 puntos de venta en el Perú y una producción de 10.000 prendas diarias.

¿Qué cualidades posee Víctor  Contreras que lo ha hecho llegar a tener éxito? mencione 6 de ellas y explique cada una.


1.-  Determinación  y Coraje.
Ante la injusticia de la que fue víctima, al no ser él quien se ganó la beca de especialización, don Víctor tuvo  que aceptar los problemas y tomar oportunas decisiones para  solucionarlos con eficacia, además de eso es un  emprendedor que  debe anticiparse a las dificultades, y estar en la capacidad de identificar cuando algo está mal para corregirlo.

2.- Creatividad e Innovación.
 Todo negocio se mantiene en el mercado también gracias a la creatividad e innovación para satisfacer a los clientes, ya que con el transcurrir del tiempo las expectativas en el consumidor cambian. En el caso de Yol  Fashion ha tenido que innovar en el aspecto tecnológico, aspecto humano, en estructura. Este es el proceso por el cual las ideas son generadas, desarrolladas y transformadas en valor agregado. No es necesario inventar lo que ya está inventado, pero si es necesario identificar nuevas posibilidades de hacer las cosas y garantizar diferenciación.

3.- Persistente.
Esta cualidad se aprecia en la época donde sus clientes no le pagaban, pero esto no lo detuvo para nada, al contrario hizo posible que ponga la primera tienda en Gamarra para vender directamente al público en general.  Toda  iniciativa  debe ser persistente. Tratar una sola vez y darse por vencido no es suficiente. Hay que dar un paso a la vez y buscar perfeccionarlo de manera creativa y organizada si es que no ha dado los resultados esperados a la primera.




4.- Visión.
Muchos tratamos de adaptarnos a lo que la vida nos trae, a lo que la vida nos da. Muchos nos quejamos de las circunstancias en las cuales vivimos, o de la falta de oportunidades que hemos padecido. Pero no estamos dispuestos a ser nosotros quienes construyamos nuestras propias circunstancias.
Para alcanzar el éxito  Víctor ideó un plan de trabajo el cual lo visualiza en objetivos finales. El trabajo comienza  definiendo los pasos estratégicos que lo llevará a alcanzar los resultados.  Además a  partir del establecimiento de las metas, se  gana una perspectiva más clara de cuáles son las prioridades inmediatas y necesidades en el presente.



5 Disciplina.
De todos los ingredientes necesarios para el éxito, quizás el más importante es la disciplina. Esta no es otra cosa que la cualidad de cumplir con una tarea, sin importar si tienes o no deseos de llevarla a cabo. Sin disciplina, ahorrar, bajar de peso, dejar de fumar, hacer ejercicios sacar adelante tu negocio en fin, cualquier meta, por sencilla que sea se vuelve difícil, sino imposible. Esta va de la mano con ser Organizado.
La clave para mantenerte organizado no está en qué tipo de archivos tengas o qué tan limpio esté tu escritorio, sino en cómo administras tu negocio, tu vida. Es establecer una rutina mediante la cual puedas conseguir lo mayor posible durante la jornada laboral. De hecho, debes desarrollar sistemas y rutinas para todas tus tareas.

6.- Pasión.
 Los emprendedores  como Víctor  se entregan a su actividad con cuerpo y alma para lograr las metas y objetivos trazados. La pasión es un componente esencial  que orienta otras  conductas, y hace sobrevivir al sacrificio que requiere la empresa. 
Cuando nos entregamos a cumplir nuestras metas, las cuales nos hemos trazado, nace un compromiso personal con nuestro trabajo. Por lo tanto cada vez que cumplimos un objetivo sentimos satisfacción personal que va relacionado con la pasión que debemos tener a cada acción que realicemos.